alcanar.net
recull de notícies publicades a "EL PAIS.COM" i relacionades
amb el projecte de planta de gas lesiu per al nostre territori.
El Consell sugiere un traslado de la planta de gas
prevista en Vinaròs
Técnicos de las consejerías de Industria, Infraestructuras y Medio Ambiente analizan el proyecto, pero la Generalitat Valenciana no planteará alegaciones al mismo. "Nos corresponde elaborar un informe", explicó una portavoz de la Consejería de Infraestructuras, "es lo que nos pidió el Ministerio de Industria". Además, ese informe, cuyo plazo de presentación no está sujeto al periodo establecido para las alegaciones al proyecto, "no será vinculante", añadió la misma fuente. Sospechas Lluc Ulldemolins, portavoz de la plataforma, y el químico Aitor Mimendia, explicaron que la planta regasificadora prevista no será rentable por sí misma y expresaron sus sospechas sobre la futura construcción de una central térmica de ciclo combinado cuyas emisiones serían notables, y aseguraron que el gaseoducto submarino previsto será muy dañino para el sector y limitará la capacidad de reproducción de las especies de los dos arrecifes artificiales junto a los que discurrirá la tubería submarina. Ambos esgrimieron el impacto que tendrá sobre el turismo la construcción de una torre de sesenta metros en el delta del Ebro y de otras dos de cincuenta metros a dos kilómetros de la costa de Vinaròs. Al acto asistieron Jordi Romeu, alcalde de Vinaròs, y concejales de todos los partidos representados en las corporaciones municipales de Vinaròs y Alcanar. Mañana está prevista una marcha desde Alcanar a la finca que albergará la regasificadora en protesta contra el proyecto. |
Industria sugiere trasladar a una zona deshabitada
la instalación terrestre de gas de Vinaròs El conflicto de Alcanar trasciende. Las movilizaciones de la población
costera y las de la vecina Vinaròs han llegado al Ministerio de
Industria y a la Comisión Europea. El ministerio ha empezado a
analizar otras soluciones posibles. La Comisión Europea, en cambio,
ha expresado su preocupación por el rechazo popular. En Alemania,
recuerdan desde Bruselas, hay 42 depósitos de gas. En España
hay tres: uno frente a Bilbao, uno en Huesca y otro en Guadalajara. Se
puede hablar de mover la instalación terrestre, pero la ubicación
del depósito submarino no es cuestionable, sostiene la comisión. La empresa que obtendría la concesión de la instalación había elaborado ya diversas hipótesis de ubicación de las instalaciones terrestres. Situarlas en la misma costa era la solución más barata, pero es posible también instalar conducciones hacia el interior. Asimismo, es modificable la altura de las torres previstas (ahora, una de 60 metros y otras dos de 50 metros cada una de ellas), de modo que sean más bajas y tengan menor impacto visual. Lo que no parece ofrecer dudas es que el proyecto no tendrá la oposición frontal del Gobierno valenciano, pese a que el PP de Cataluña sí lo rechaza de plano. Al menos así lo manifiestan las palabras del dirigente popular Alberto Fernández. El senador de CiU por Tarragona, Lluís Badía, también arremetió ayer contra la tramitación del depósito de gas y la planta de transformación de Vinaròs, y anunció que su grupo en la Cámara alta presentará cinco preguntas al Gobierno con el objetivo de conocer al detalle el proyecto, y solicitará la comparecencia de Clos, en el Senado de forma "urgente", informa Oriol Aymí. Ayer también, el Consejo Comarcal del Montsià aprobó por unanimidad una moción de adhesión a las alegaciones que presentó el lunes el Ayuntamiento de Alcanar, cuyo alcalde es Alfons Montserrat. El Ayuntamiento de Vinaròs, por su parte, también expresó ayer, por unanimidad, su rechazo a la instalación. |
El consejo comarcal de Montsià se suma al rechazo
del depósito de gas previsto en Vinaròs junto a Alcanar El rechazo a la planta transformadora de gas en Vinaròs (Castellón) y en la vecina Alcanar (Monstià) dejará de ser un asunto estrictamente local. El pleno del consejo comarcal del Montsià aprobará hoy con toda probabilidad una moción presentada por ERC pero negociada entre las demás formaciones que mostrará el rechazo de toda la comarca a esta instalación, a la vez que secundará las alegaciones al proyecto que ha presentado el Consistorio de Alcanar. La misma moción también exigirá al Ministerio de Industria que reconozca a esta población y a la Generalitat de Cataluña como parte afectada en el proyecto pese a que éste ocupe exclusivamente territorio de la Comunidad Valenciana.
La Plataforma en Defensa de las Tierras del Sènia -movimiento local de Alcanar creado la semana pasada- ha convocado ya la primera manifestación, tras haber logrado recoger más de 7.000 firmas en este municipio turístico de 10.000 habitantes. Este domingo, los vecinos de Alcanar y de cualquier municipio de alrededor que quieran pueden acudir a la marcha popular que ha organizado la plataforma, a pie desde el centro del pueblo hasta los terrenos donde se prevé alzar la planta transformadora de gas. Serán menos de dos kilómetros de caminata, y esta proximidad con el núcleo urbano es precisamente el principal argumento esgrimido hasta ahora por la sociedad civil y las instituciones políticas que han rechazado el proyecto. La misma plataforma vecinal tratará de lograr una mayor implicación de los vecinos de Vinaròs mañana jueves, cuando llevarán a cabo un acto informativo con el objetivo de crear en esta localidad castellonense el mismo movimiento social de rechazo que ha surgido en Alcanar. El grupo parlamentario en el Congreso de ERC, por otra parte, dijo ayer que pedirá la paralización de los trámites. Los republicanos se suman así a la misma petición que ha lanzado desde Cataluña el Partido Popular, CiU e ICV. El grupo socialista en el Parlamento catalán también ha pedido explicaciones al tripartito. |
"Queremos gas, pero
no a costa del territorio" Los municipios de Vinaròs y Alcanar tratan de frenar la instalación de una planta de transformación de gas en una zona virgen junto a la playa. Los vecinos de ambas localidades se han puesto en pie de guerra ORIOL AYMÍ 26/08/2007 La nueva planta tendrá capacidad para almacenar 1.300 millones de metros cúbicos de gas Todos los partidos de Alcanar han votado juntos contra el proyecto de
Industria Haakon Brenner es austriaco de nacimiento, pero de Alcanar de corazón. Lleva 11 años viviendo en esta pequeña ciudad pegada al sur del delta del Ebro y de 10.000 habitantes, ganándose la vida alquilando a los turistas Villa Carmen, una antigua residencia señorial que ha restaurado. "Todos queremos que el gas llegue a los hornillos de nuestras cocinas, pero no a costa de destrozar por completo un territorio", dice. Y, como él, así piensa una mayoría social aplastante en el municipio, lo que queda reflejado en dos recientes sesiones plenarias del Consistorio en las que ICV, PP, CiU, PSC y ERC han votado juntos su rechazo a la instalación. Desde la terraza de Villa Carmen, las parejas de mediana edad y con hijos, mayoritariamente catalanes, aragoneses y valencianos, que llenan actualmente el establecimiento de Brenner tendrían unas vistas fabulosas a las chimeneas de la planta transformadora. "Es un problema de seguridad enorme, y de salud. El turismo se iría asustado", señala. Todo un vasto territorio llano como un papel entre el Maestrazgo valenciano y el Montsià catalán, y en el que cualquier construcción alta tendría esas mismas vistas, al margen de una mayor acumulación de gases de efecto invernadero y partículas de desecho en su atmósfera. La empresa Escal UGS, por encargo de un Ministerio de Industria que considera urgente la construcción de esta instalación, solicitó el 6 de agosto al Ayuntamiento de Vinaròs un informe de compatibilidad urbanística de la planta. Se trata de un terreno calificado como rústico al lado del río Sénia, un torrente seco que delimita el territorio entre Castellón y Tarragona. Esta zona ha quedado al margen de la presión urbanística y en el lado catalán está protegida no sólo para las actividades industriales, sino también para el uso residencial. Apenas a una decena de metros, en el lado valenciano, el ministerio que dirige Joan Clos ha diseñado una planta transformadora que convertirá en apto para su uso un gas que se almacenaría 20 kilómetros mar adentro, en el antiguo pozo petrolífero Chaparral, hoy en desuso. Según el plan energético aprobado en Consejo de Ministros el 31 de marzo, la instalación global tendrá capacidad para almacenar 1.300 millones de metros cúbicos de gas, de los que podrían extraerse 25 millones al día, en la mayor instalación de las otras tres de este tipo que hay en España, según prevé el documento. Todas deberían estar operativas en 2009, y el plan energético mencionado subraya la proximidad en Vinaròs del gran centro de consumo de gas que supone la industria del azulejo castellonense. De hecho, el consumo de gas de Castellón cuadriplica al de la provincia de Valencia, según datos del Ayuntamiento castellonense. Industria considera estratégicas y prioritarias unas instalaciones que permitirían aumentar la autonomía energética de España almacenando un gas que hoy llega de países potencialmente inestables políticamente. Las contrapartidas son varias: la flota pesquera del norte del Castellón y sur de Tarragona vería reducido su ámbito de acción, ya que no podría faenar ni en las inmediaciones del depósito ni en las de la tubería que transportaría el gas hacia la planta de Vinaròs. Y el turismo, como añade el farmacéutico vinarocense Javier Roca, huiría. Roca ejemplifica la relación fluida que existe entre los municipios del sur de Tarragona y norte de Castellón. Su hija tiene una farmacia en Les Cases d'Alcanar, un barrio del municipio catalán, y él está convencido de que la instalación de la planta de gas va a significar la "muerte" del territorio. "Vendemos tranquilidad y calidad de vida", subraya, y lamenta que el Ayuntamiento de Vinaròs no haya hecho el esfuerzo suficiente de informar con detalle a la población del proyecto. De hecho, la zona en la que se prevé construir la planta ha sido objeto de numerosas operaciones de compra-venta por parte del sector inmobiliario, que ve en este espacio natural un lugar de crecimiento para la oferta de turismo residencial. Escal UGS posee sólo el 7,8 de las 177 hectáreas que necesita. Javier Roca, como Brenner y unas 700 personas más de la zona, forman parte de la Plataforma en Defensa de las Tierras del Sénia, un recién nacido movimiento vecinal que se ha puesto como objetivo informar tanto a Vinaròs como a los pueblos afectados de ambos lados sobre el impacto del proyecto. "Es mucho más grave esto que discutir sobre el futuro del puerto", dice Roca, refiriéndose a un controvertido proyecto de ampliación y reforma del puerto local que concentra la atención de los vecinos.
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Alcanar recoge 7.000 firmas contra la planta transformadora
de gas de Vinaròs La Subdelegación del Gobierno de Castellón recibió ayer por correo certificado el pliego de alegaciones del ayuntamiento de Alcanar (Tarragona) a la construcción de un depósito submarino de gas y de una planta industrial para tratarlo en Vinaròs (Castellón). Era el último día hábil para presentar alegaciones al proyecto -se publicó en el BOE el 2 de agosto- y éstas llegaron acompañadas de alrededor de 7.000 firmas vecinales de rechazo. El movimiento ciudadano Plataforma para la Defensa de las Tierras del Sènia se ha encargado entre el sábado y el domingo pasados de recoger adhesiones particulares contra este proyecto, y ha conseguido reunir cerca de 7.000 en un municipio que por poco no alcanza los 10.000 habitantes censados.
Comparecencia de Clos Mientras el Ayuntamiento de Alcanar tiene previsto agilizar varias reuniones con altos cargos de la Generalitat catalana, en concreto de los departamentos de Economia y Finanzas -Industria depende de él- y de Medio Ambiente, la plataforma vecinal decidirá en las próximas horas la convocatoria de algún tipo de acto de protesta, aún por determinar. |
La Generalitat considera que el depósito
de Vinaròs afectará a la pesca de 17 pueblos Alcanar pide al Gobierno catalán que vete el proyecto previsto en territorio valenciano ORIOL AYMÍ - Tarragona - 25/08/2007
Esta planta transformadora y sus chimeneas de 60 metros son el origen del rechazo social que ha despertado el proyecto en Alcanar por su impacto visual y el temor a sus emisiones, ya que se ubicaría a menos de 1,5 kilómetros del casco urbano. De hecho, medio pueblo queda dentro de un radio de 2 kilómetros de la planta y los vientos en la zona, normalmente de mar hacia tierra, llevarían sus gases hacia el núcleo urbano de Alcanar. La flota pesquera desde Peñíscola (Castellón) hasta L'Ametlla de Mar (Tarragona) tendrá prohibido navegar y faenar en los entornos del depósito de gas y junto a la tubería de 20 kilómetros que lo transportaría hasta la planta de transformación, ya en tierra. Así lo establece la normativa de seguridad de este tipo de instalaciones, aseguraron fuentes municipales. El pleno municipal aprobó ayer con la unanimidad de ICV, PP, CiU, PSC y ERC -que ostenta la alcaldía- un documento de 16 folios de alegaciones que inciden tanto en los riesgos sobre la proximidad de la planta como en el freno que supondría para el actual proceso de reconversión económica, tradicionalmente basada en el cultivo de cítricos pero ahora centrada en el turismo. El grupo municipal de Convergència i Unió se comprometió a trasladar esta oposición a la Diputación de Tarragona mientras que el del PSC hizo lo propio con la Mesa de la Sénia, una mancomunidad que alberga municipios catalanes y valencianos. El mismo plenario exigió al Ministerio de Industria, que considera urgente la construcción de este depósito de gas, que la Generalitat de Cataluña emita un informe preceptivo previo a la autorización de las instalaciones, debido a su proximidad al núcleo urbano de Alcanar. En las elegaciones se lamenta que el Ministerio de Industria, que preside el catalán Joan Clos, únicamente haya solicitado una evaluación ambiental al Gobierno valenciano y ni siquiera se informase de este proyecto al propio ayuntamiento. Además, el litoral de este municipio está protegido por el Plan Director Urbanístico del Sistema Costero aprobado la pasada legislatura por el Ejecutivo catalán y que impide cualquier actividad industrial en la costa. De hecho, junto al río Sénia pero en el lado catalán, el litoral está considerado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Generalitat catalana como de "especial protección" dado su gran valor medioambiental debido a que ha permanecido al margen de la presión urbanística durante décadas. El consistorio de Alcanar considera injustificable que junto al río y en unos terrenos protegidos se construya una industria que ayer su alcalde, el republicano Alfons Montserrat, calificó de "monstruosa". El Gobierno valenciano no se pronunciará al respecto hasta la
próxima semana, según señalaron fuentes de la Generalitat. |
Vinaròs emplaza al Gobierno
valenciano a parar el depósito de gas Baltasar señala que el asunto es de incumbencia de Economía M. OLIVARES / J. BAUZÀ - Valencia / Prada - 24/08/2007
Balada, que fue alcalde en la pasada legislatura por el Partit de Vinaròs Independent y se ha opuesto al proyecto desde que recibió la comunicación del Ministerio de Industria hace dos años, aventuró que la Generalitat valenciana apoyará las obras que pretende desarrollar la empresa Escal UGS para almacenar 1,9 millones de metros cúbicos de gas: "Están a favor del depósito de gas porque eso garantizaría el suministro a los industriales del sector azulejero". El 90% de la industria cerámica española se concentra, efectivamente, en la provincia de Castellón, a unos kilómetros al sur de Vinaròs. Los hornos para producir azulejos, pavimentos y otros productos cerámicos consumen exclusivamente gas. Balada recordó, sin embargo, que tanto los portavoces del PP en Vinaròs como Alberto Fernández Díaz, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, se han manifestado en contra de la utilización como depósito de la antigua explotación petrolera. El proyecto prevé la construcción de dos torres de 50 y 60 metros de altura en la punta del Delta del Ebro, en el término de Alcanar, en Cataluña, y de una planta transformadora en el término de Vinaròs, en la Comunidad Valenciana, y tropieza con la oposición de los vecinos de las dos localidades afectadas. Las alegaciones formuladas por el Ayuntamiento de Vinaròs porque la planta transformadora se ubicará a menos de un kilómetro y medio del núcleo urbano y porque el proyecto de construcción prevé la ocupación del 38% de una parcela donde la normativa impide superar el 20% incluyen, además, una invitación al Ministerio de Industria a tener en cuenta la posición al respecto del Ayuntamiento de Alcanar y, sobre todo, de la Generalitat catalana. "Creemos que el ministerio debería tener en cuenta la opinión de la Generalitat catalana porque el proyecto también afecta a su territorio", explicó Balada. El consejero catalán de Medio Ambiente sigue guardando silencio sobre la construcción del depósito de gas. Francesc Baltasar dijo ayer que "a quien le corresponde inicialmente hablar de este proyecto es al consejero de Economía y Energía", Antoni Castells. "Entiendo la preocupación de la gente y ya hemos empezado a hablar con el alcalde de Alcanar y con personas representativas de las comarcas del Ebro", dijo Baltasar en la localidad francesa de Prada de Conflent. |
23-08-2007.
Según recoge el BOE del 2 de agosto, el proyecto prevé que la empresa Escal UGS aproveche unos antiguos pozos submarinos de petróleo -ahora en desuso- para almacenar 1,9 millones de metros cúbicos de gas. También se construirá una planta transformadora, que se alzaría a menos de dos kilómetros de Alcanar. La planta incluye una torre de 60 metros de altura y dos chimeneas de 50. El dirigente popular y concejal de Barcelona Alberto Fernández Díaz -que, como Ferran, acude a la zona con asiduidad- denunció ayer la "opacidad y la alevosía" con las que, a su juicio, ha dado luz verde al proyecto el Ministerio de Industria. Fernández exigió que se "paralice" y lamentó el "silencio" de la Generalitat. En una línea similar se expresó el diputado y líder local de CiU Francesc Sancho, quien recordó el rechazo de las fuerzas que hoy forman el Gobierno catalán al proyecto de central térmica de Enron en Móra la Nova. "Si se acaba haciendo, no serían congruentes", dijo. Sancho vaticinó que, en el caso de que se llegue a construir el almacén de gas en Cataluña, "se quedará con los defectos sin obtener ningún beneficio". ERC también se opone al proyecto, pero definirá su estrategia en la Ejecutiva regional. El alcalde de Alcanar, Alfons Montserrat, es republicano y, desde la publicación del BOE, ha tratado sin éxito de reunirse con altos cargos de varios departamentos de la Generalitat. Su intención es pedirles ayuda para frenar el depósito de gas. "Es un asunto de incomodidad, olores, impacto visual, salud e inseguridad", señaló el alcalde. Iniciativa per Catalunya Verds tampoco ve con buenos ojos el proyecto. Daniel Pi, diputado de la formación por Tarragona, afirmó ayer que los gobiernos tienen que empezar a olvidar Tarragona como lugar en el que ubicar instalaciones energéticas porque el territorio soporta ya demasiadas. Periodo de alegaciones El portavoz de la plataforma vecinal, Lluc Ulldemolins, alertó sobre el freno que puede suponer esta instalación para la reconversión de la economía local. "Nuestro futuro pasa por diversificar y hemos optado por el turismo", dijo. Josep Maria Sancho, miembro fundador de la entidad, se mostró convencido de que la presión social y política puede impedir la construcción del almacén. "Aunque se haya aprobado con nocturnidad y alevosía, hemos reaccionado a tiempo", señaló. El rechazo al depósito de gas en Vinaròs
llega al Parlament El rechazo social que ha generado el proyecto de construcción
de un depósito submarino de gas en Vinaròs (Castellón)
llegará al Parlament de Catalunya. El PSC ya ha registrado sendas
preguntas, una dirigida al Ejecutivo y la otra al consejero de Medio Ambiente,
para conocer la postura del tripartito sobre la instalación, en
territorio de la Comunidad Valenciana pero a menos de dos kilómetros
del casco urbano de Alcanar (Tarragona). Un portavoz de la Consejería
de Infraestructuras de la Generalitat Valenciana anunció que los
técnicos analizan el proyecto "a fondo" y alegarán
antes de dos semanas. El ayuntamiento de Vinaròs ya ha presentado alegaciones. El próximo viernes lo hará el de Alcanar. La Generalitat de Catalunya, de momento, no ha querido pronunciarse. Fuentes del departamento de Medio Ambiente aseguraron ayer estar "esperando la declaración de impacto ambiental" y declinaron dar más explicaciones con el argumento de que el asunto "es competencia del Ministerio de Industria". Un portavoz de la Consejería de Infraestructuras de la Generalitat Valenciana explicó que los técnicos que analizan el proyecto tienen previsto agotar los plazos para las alegaciones, 20 días hábiles a partir del pasado 2 de agosto, para analizar en profundidad el impacto del conjunto de la obra. El portavoz de la plataforma vecinal, Lluc Ulldemolins, alertó ayer sobre el freno que puede suponer esta instalación para la reconversión de la economía local. "Nuestro futuro pasa por diversificar, pero hemos optado por el turismo", dijo. Josep Maria Sancho, miembro fundador de la entidad, se mostró ayer convencido de que la presión social y política puede impedir la construcción del almacén de gas. "Aunque se haya aprobado el día 2 de agosto, con nocturnidad y alevosía, hemos reaccionado a tiempo", señaló. El diputado socialista catalán Joan Ferran registró ayer dos preguntas parlamentarias para conocer qué piensa hacer el gobierno catalán respecto a una instalación que considera contraria a los intereses turísticos de la zona. "El cultivo de los cítricos va muy mal y hay gente que está diversificando hacia el turismo. No creo que esto ayude", decía ayer. El BOE del 2 de agosto publicó el proyecto que contempla el aprovechamiento de antiguos pozos submarinos petrolíferos en desuso por parte de la empresa Escal UGS para almacenar hasta 1,9 millones de metros cúbicos de gas y una planta para transformarlo que se alzaría en el término municipal de Vinaròs. En esta planta transformadora, según el proyecto, se alzarán una torre de 60 metros de altura y dos chimeneas más de 50 metros. El dirigente popular y concejal de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, denunció ayer la "opacidad y la alevosía" con las que, a su juicio, ha autorizado el proyecto el Ministerio de Industria. Fernández exigió la "paralización" del mismo y lamentó el "silencio" de la Generalitat de Catalunya. En una línea parecida se manifestó ayer el diputado y líder local de CiU, Francesc Sancho, quien recordó el rechazo de las fuerzas que hoy forman el gobierno catalán al proyecto de central térmica de Enron en Móra la Nova. "No serían congruentes si se acaba haciendo", dijo, y vaticinó que si se construye el almacén de gas, Cataluña "se quedará con los defectos sin obtener beneficio". |
22-08-2007 Alcanar se alza contra el proyecto de un depósito
submarino de gas frente a sus playas La población de Alcanar (Montsià) se ha puesto en pie de guerra contra el proyecto de construir frente a sus playas el mayor depósito submarino de gas de España. La noticia, publicada el pasado día 2 en el Boletín Oficial del Estado, ha corrido como la pólvora. Inmediatamente, se ha constituido una gestora surgida de las brasas de la Plataforma en Defensa del Ebro. Anoche se celebró la primera asamblea para invitar a participar a los vecinos de Vinaròs (Castellón), en cuyo término municipal está previsto instalar una planta de tratamiento del gas almacenado.
El Ayuntamiento de Alcanar convocó un pleno extraordinario y está preparando las alegaciones, manifestó el alcalde, Alfons Montserrat, de Esquerra Republicana. El proyecto de depósito consiste en el aprovechamiento de un viejo yacimiento petrolífero y su conversión en un depósito de gas, con capacidad para 1,9 millones de metros cúbicos. Además, a menos de 1,5 kilómetros del centro de Alcanar, según subrayó su alcalde, se instalará una planta de transformación del gas, capaz de abastecer a todo el litoral desde Barcelona hasta Valencia. El llamado proyecto Castor, que explotaría la empresa Escal UGS, filial de la canadiense Eurogas, se completa con un total de 30 kilómetros de canalizaciones. El alcalde de Alcanar señaló que la planta de tratamiento de gas es prácticamente igual que todo el núcleo urbano de la localidad. El Ayuntamiento presentará las alegaciones antes del próximo lunes, cuando acaba el plazo, y argumentará que la ilegalidad del proyecto es que la superficie construida ocupa el 38% de la finca, lo cual supera el 20% legal construido. Pero al margen de los argumentos legales, lo que inquieta sobremanera a los ciudadanos de Alcanar es el impacto que este proyecto tendrá en el turismo, un sector en el que tenían puestas sus esperanzas de desarrollo una vez que la agricultura ha entrado en crisis. La planta de tratamiento prevé la construccion de una torre de 60 metros y dos chimeneas de 50 metros de altura, en medio de la gran llanura del delta del Ebro (parte de cuyo territorio está declarado parque natural), lo cual supone un gran impacto visual. Es una segunda agresión en un municipio que ya soporta una cementera. Alfons Montserrat explicó que Alcanar era hace unos años el primer productor de naranjos de España. El sector entró en declive y la población estaba apostando ahora por el turismo. El proyecto de instalar un gran depósito de gas constituye un zarpazo para el desarrollo económico de la localidad. El Ayuntamiento de Alcanar surgido de las últimas elecciones es muy plural (cuatro ediles de ERC, tres de CiU, tres del PSC, dos del PP y uno de Iniciativa); sin embargo, el pleno municipal extraordinario convocado con carácter de urgencia el pasado viernes para rechazar el proyecto fue votado por unanimidad. En el bar Moreno, muy cerca de la plaza del Ayuntamiento, un grupo de jubilados jugaba ayer al CAO con algo más de preocupación de la habitual. Explicaron que aún recuerdan la tragedia en el cámping de Els Alfacs y se les ponen los pelos de punta cuando piensan en una instalación de ese tipo a pocos metros del centro del pueblo. Charo Adell, un ama de casa de 39 años que ya luchó con firmeza para oponerse al trasvase del Ebro, advirtió ayer de que el rechazo popular será ahora igualmente intenso. En el barrio marinero de Les Cases, el rechazo es frontal, sin concesiones. |